Walt Disney se encontraba de vacaciones con un amigo en Tivoly Gardens, un parque de diversiones situado en Dinamarca. Walt sacó de la bolsa de su saco una libreta y empezó a escribir, hasta que su amigo le preguntó: ¿Qué estás escribiendo? Walt le respondió: estoy haciendo anotaciones sobre las luces en los árboles, la pintura de las bancas y la limpieza en los baños. Por qué escribes eso, preguntó el amigo y Walt contestó: escribo esto por que un día yo voy a construir un parque como éste en California. En ese momento Disneylandia estaba siendo concebida en la mente y corazón de su creador.


Lo impresionante de esta historia es que en ese momento Walt Disney no era un hombre de negocios capaz de construir un imperio. Tampoco era un empresario con el poder de influir en un grupo de inversionistas para reunir el capital que necesitaba para iniciar a construir su sueño.

Sin embargo, esas limitaciones no le impidieron soñar con cosas más grandes de las que podía emprender en ese momento.

Usted ha sido muy afortunado de nacer en la era de la información, es la mejor época para atreverse a soñar con una meta tan grande que lo emocione y asuste al mismo tiempo.

Una meta que sea difícil sacarla de su mente y lo suficientemente valiosa, para intercambiarla por los próximos años de su vida.

Otra persona que se atrevió a soñar en la era de la información es Michael Dell. Este multimillonario inició su empresa en su apartamento, mientras estaba en la universidad. Un día sus papás lo confrontaron al ver que su carrera universitaria no estaba avanzando, y le dijeron: Michael, ¿qué quieres hacer con tu vida? Él les respondió: “lo que verdaderamente quiero hacer es ganarle a IBM”. En ese tiempo IBM era la empresa líder en la venta de computadoras personales y parecía imposible que un joven con una inversión inicial de $1,000, desde su apartamento, pudiera llegar a competir con ellos. Dell se atrevió a soñar y en 12 años logró construir un imperio de 11 billones de dólares.


No se conforme con leer este principio y definir cualquier sueño, atrévase a soñar en grande, sin limitaciones.

La clave de este principio es soñar sin limitaciones, no todas las personas lo hacen. Muchos prefieren ser “realistas”. Seguramente hay un gran número de personas “realistas”, con más capacidad que Michael Dell, viendo como éste se hace más y más rico.


Donald Trump dice: “me gusta pensar en grande, siempre lo he hecho. Para mí es muy simple: Si de todos modos voy a pensar, porque no pensar en grande”. La mayoría de personas tienen miedo de tomar decisiones, miedo del éxito, miedo de ganar y de perder.


La clave para pensar en grande es tener un enfoque total.

Las personas exitosas tienen la capacidad de enfocarse 100% en algo, hasta convertirse en su obsesión. Concentran todo su esfuerzo y recursos para lograr lo que se han propuesto y finalmente lo consiguen. Estando en el negocio de bienes raíces en New York, Trump tuvo que desarrollar esta habilidad, ya que debía negociar con algunas de las personas más inteligentes, astutas y poderosas del mundo.

Seguramente pensará que estas cosas solo aplican a las personas especiales, y usted no lo es, no porque alguién se lo ha dicho, sino porque usted se ha auto descartado, sépalo, no nacen personas especiales, se hacen especiales por lo que piensan y hacen, no importa cuando empiece, lo que realmente importa es que lo haga, lo desfio a que empiece a soñar, es más, desafíese usted mismo.